Érase una vez... Así comenzaban algunos cuentos que llenaban de magia
nuestra infancia, etapa en la que empezábamos a visualizar e imaginar
diferentes historias y personajes en nuestra mente que nos hacían soñar. Unos
años después, pasamos a leer libros de aventuras o de fantasía. Recuerdo haber
leído entusiasmada la colección completa de Los
Cinco de la escritora Enid Blyton, donde los protagonistas eran un grupo de
amigos y seguías sus aventuras adentrándote en cada situación sintiéndolos
cercanos y deseando leer otra historia de tus “ya amigos”. Aunque han pasado
muchos años, estos libros siguen atrapando a los más jóvenes. La fantasía
desbordante de algunos autores te hacían viajar con la imaginación a otros
lugares que, con su especial don de describirlos, llegabas a pensar que existían
de verdad.
En esta etapa, el leer es fundamental para desarrollar la imaginación. La
imaginación es muy importante para, posteriormente, potenciar la creatividad,
fundamental en cualquier aspecto de la vida.
Con la adolescencia llegan las lecturas románticas y también de misterio,
sin olvidar nunca las fantásticas para los amantes de la fantasía y, poco a
poco, vas descubriendo distintos géneros literarios y te das cuenta de cuáles
son tus preferidos.
La lectura a cualquier edad, es un compañero de viaje, y cada vez podemos
elegir uno distinto con quien viajar.
Desarrolla la imaginación y favorece la creatividad.
Entrena la mente como lo hace el ejercicio al cuerpo.
Mejora el vocabulario.
Leer es mágico; te transportas a otro lugar, a otra ciudad sin moverte del
sillón.
Estando solo te sientes acompañado.
Mejora la concentración y aumenta la capacidad de abstracción.
Reduce el estrés.
Un libro siempre será un compañero fiel.
¡Vamos a leer! Elige a tu nuevo
compañero de viaje...
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